Marcas – El protocolo de Madrid en Latinoamérica
Por Raquel Flanzbaum.
En el proceso de expansión de la Unión de Madrid en América Latina hay dos hitos: primero, la adhesión de los Estados Unidos de América, donde el Protocolo entró en vigor en 2003[1], y segundo, la adopción del español como lengua de trabajo, que entró en vigor en la región en 2004[2].
Durante la reunión celebrada el 25 de septiembre de 2003, la Asamblea de la Unión de Madrid decidió incluir el español porque haría más atractivo el sistema para los países y usuarios de habla hispana. La Asamblea consideró que el español es el idioma oficial en veinte países que engloban a más de seiscientos sesenta millones de personas, de los cuales en ese momento sólo dos -Cuba y España- eran miembros del sistema de Madrid.
A partir de 2003, los usuarios estadounidenses del sistema han presentado incesantemente solicitudes bajo el Protocolo de Madrid, y EE.UU. pronto se convirtió en uno de los principales países solicitantes, si no el país líder, poco después de haberse adherido al tratado[3].
Las ventajas del sistema se pueden ver en dos escenarios diferentes de un mismo país que ha adherido al Protocolo de Madrid:
- Una persona que haya presentado una solicitud en dicho país podrá solicitar, a través de la Oficina de Marcas de origen, el Registro Internacional, obteniendo así eventualmente protección en todos los países designados (siempre y cuando se hayan cumplido todos los requisitos). En este sentido, hay que tener en cuenta que, aunque pocas, existen empresas multinacionales de origen latinoamericano -que en ciertos estudios se han denominado empresas “trans latinas”- que se están expandiendo con fuerza en la economía global, y para las cuales esta ruta alternativa puede ser ventajosa.
- Una persona extranjera de un país miembro podrá solicitar, a través de la Oficina de Marcas de origen, la inscripción de la marca en el Registro Internacional, designando un país que se haya adherido al sistema, luego de lo cual la solicitud será examinada por la Oficina local, por lo que podrá ser concedida o denegada.
Esto es particularmente así porque bajo el Protocolo de Madrid es posible presentar una sola solicitud, en un solo país, con un solo juego de documentos, en un solo idioma, con un solo pago de tasa. En consecuencia, es posible obtener un solo registro y un solo número, con una sola fecha de vencimiento, pero válido y efectivo en más de un país.
Desarrollo en América Latina:
La adhesión de los países latinoamericanos a los diversos tratados internacionales no ha sido un tema menor en la negociación emprendida por los Estados Unidos de América para suscribir tratados de libre comercio en la región.
Como consecuencia de este proceso, actualmente los países latinoamericanos miembros del Protocolo de Madrid son los que siguen[4]:
(i) Colombia, que se adhirió el 29 de mayo de 2012 y el tratado entró en vigor el 29 de agosto de 2012;
(ii) Méjico, que se adhirió el 19 de noviembre de 2012 y entró en vigor el 19 de febrero de 2013;
(iii) Brasil, donde el Protocolo de Madrid fue aprobado el 2 de julio de 2019 y entró en vigor el 2 de octubre de 2019;
(iv) Más recientemente Chile, que se adhirió el 4 de abril de 2022 y entra en vigor el 4 de julio de 2022.
Cuba se había sumado hace mucho tiempo (26 de diciembre de 1995), pero este país no forma parte de este proceso.
Finalmente, si bien algunos otros países pertenecientes al Caribe también se incorporaron recientemente, de acuerdo a su historia podrían considerarse fuera del proceso de adhesión de Latinoamérica. En este grupo podemos mencionar a Jamaica (27 de marzo de 2022) y Trinidad y Tobago (12 de enero de 2021). En Antigua y Barbuda el Protocolo de Madrid había entrado en vigencia el 17 de marzo de 2000[5].
Lo que depara el futuro:
La adhesión de los Estados Unidos de América al sistema internacional y la adopción del español como idioma de trabajo han despertado un nuevo interés de los países latinoamericanos en el Protocolo de Madrid, no sólo por la importancia del comercio de la región con el Norte, sino también por el creciente papel exportador de las llamadas empresas “trans latinas”.
Sin embargo, las políticas individuales seguidas por los distintos países han sido disímiles y, además, las diversas tendencias políticas en la región también pueden afectar este proceso.
En este estado de cosas, se debe observar de cerca a Brasil, pues podría funcionar como “punta de lanza” para que el Protocolo de Madrid comience a encontrar su lugar en el resto del continente, dada la relevancia de este país en la región. Esto podría funcionar como una especie de onda expansiva que empuje a vecinos como Uruguay, Argentina, Paraguay e incluso Perú a unirse.
La integración es la clave del desarrollo en tiempos globales, y la consolidación de la propiedad industrial constituye un factor importante en este proceso.
Es en este escenario que el Protocolo de Madrid está ya inevitablemente incorporado.
Para más información contactarse con: rflanzbaum@ojambf.com.
[1] El 2 de agosto de 2003, el Gobierno de los Estados Unidos de América depositó ante el Director General de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) el instrumento de adhesión al Protocolo de Madrid, que entró en vigor el 2 de noviembre de 2003.
[2] La Trigésima Quinta Sesión de la Asamblea de la Unión de Madrid, celebrada del 22 de septiembre al 1 de octubre de 2003, decidió la adopción del español como lengua de trabajo a partir del 1 de abril de 2004.
[3] https://www.wipo.int/madrid/en/news/2022/news_0009.html En 2021, los solicitantes de los EE. UU. presentaron la mayor cantidad de solicitudes de marcas internacionales.
[4] https://wipolex.wipo.int/en/treaties/ShowResults?search_what=C&treaty_id=8
[5] https://www.wipo.int/export/sites/www/treaties/en/documents/pdf/madrid_marks.pdf